Haber leído o escuchado historias o experiencias sobre la menopausia nos permite formarnos una vaga idea sobre lo que significa, lo que trae consigo y a lo que hay que atenerse. Sin embargo, muchas veces esta información es muy superficial y la pregunta de ¿podría ser menopausia? sale a relucir.
Lo primero que debes tener en cuenta es que la opinión de un profesional de la salud es fundamental. Si percibes cambios en tu cuerpo o tienes síntomas que te generan preocupación debes buscar a un profesional de la salud. Si tienes a tu alcance a un especialista debería ser tu primera opción, sin embargo, un médico general o internista también podrá ayudarte e incluso derivarte a un profesional que pueda ayudarte de mejor manera.
El segundo punto que debes considerar es que la menopausia no es una etapa, es un punto. Esta distinción que puede ser poco relevante para ti te permitirá entender las diferentes etapas de este proceso y hará posible que tengas una idea más clara de donde te encuentras en el proceso y, por ende, que esperar y, finalmente, cómo determinar si efectivamente tus síntomas podrían ser parte de la menopausia.
Ahora hablemos un poco de las diferentes etapas y principalmente de la primera. La transición menopáusica. La transición menopáusica se define como el espacio de tiempo en el cual se empiezan a presentar algunos síntomas comúnmente asociados con la menopausia (puedes conocer sobre estos síntomas en nuestra wiki) pero aún se tiene – aunque sea de forma irregular – la presencia del periodo menstrual. Es en esta etapa, la primera de las 4 que conforman este proceso en la que se perciben cambios que parecen estar desconectados entre sí y que pueden llevar a preguntarse si es el inicio de la menopausia.
Además de entender y conocer los síntomas de la etapa que da inicio a esta transición también es importante tener en cuenta algunos factores que influyen en el principio de este proceso. El factor genético es probablemente el mejor referente que tendrás, lo más probable es que el inicio de tu proceso esté bastante alineado con el de tu madre o tus hermanas. Por eso, te recomendamos que converses e indagues sobre las edades a las que ellas empezaron su transición – o consideran que la empezaron – y los síntomas que percibieron. Otro factor importante, que ha sido estudiado e investigado son los hábitos alimenticios.
En este punto ya te habrás dado cuenta que la edad no es un factor y que si bien hay rangos entre los que se encuentra la más típica presentación de la transición menopáusica, en Irene creemos que ponerle una edad a la menopausia es una de las razones por las cuales muchos síntomas pasan desapercibidos y tienen que ser llevados en silencio por muchas mujeres.
Finalmente, queremos concluir resaltando, una vez más, la importancia de la opinión de un profesional y, en la medida de lo posible, de exámenes hormonales de diagnóstico que te permitan tener elementos objetivos y medibles. Habiendo dicho eso, y aunque suene contradictorio, los exámenes hormonales no son canónicos, puedes tener síntomas de la transición menopáusica y los análisis pueden no mostrarlo. Lo único que esto significa es que debes estar atenta, llevar un control de tus síntomas e informarte para luego empezar a ver opciones que te permitan controlar los síntomas si estos se vuelven molestos. Un buen lugar para empezar es uniéndote a nuestra comunidad.